Antecedentes del CFDI
En el año 2004, el correo electrónico ya se había convertido en estándar de la comunicación empresarial, la mayoría de las personas usaba celulares y las facturas seguían siendo de papel, llevando registros en libros escritos y que conllevaban altos costos de administración, mobiliario, impresión de facturas en establecimientos autorizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y compra de insumos.
Además, los registros y facturas tenían que almacenarse por un periodo de al menos cinco años, lo que dificultaba aún más la gestión.
En ese mismo año, el Servicio de Administración Tributaria inició el proceso de implementación del CFDI, el primer paso de la facturación electrónica. Para esto, se creó la Firma Electrónica Avanzada (FIEL) y el Anexo 20, el estándar técnico donde se especifica la estructura, sintaxis y forma de los CFDI.
En 2005 se implementó la primera versión de CFDI 1.0, la cual evolucionó a 2.0, 3.3 y a la versión actualizada de CFDI 4.0 que es la que entró en vigor en 2022.
¿Quiénes están obligados a emitir CFDI?
De acuerdo con el artículo 29 del Código Fiscal de la Federación, todas las empresas que operan en México, así como las personas físicas con actividades profesionales o empresariales deben emitir el CFDI ante cada operación comercial para cumplir con los requerimientos establecidos por el SAT.
Los contribuyentes deben emitir facturas por las actividades económicas que realizan y los ingresos que perciben. La única exención es para los empleados ya que sus patrones son quienes se encargan de retener los impuestos por Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Los empleados que trabajen con varias empresas o patrones y que tengan ingresos de más de 400 mil pesos anuales (aunque trabajen para un solo empleador) sí deben presentar su declaración anual y emitir facturas electrónicas.
En el caso de contribuyentes cuyas actividades sean primarias (ganadería, agricultura, minería) y que no cuentan con herramientas para generar sus CFDI, o cuyas operaciones son en efectivo, no tienen la obligación de emitir un CFDI por cada operación, sino uno de forma global, ya sea mensual o bimestral de acuerdo con el régimen fiscal en que tributen.
Formato del CFDI
Las facturas electrónicas se emiten en formato XML, lenguaje de marcado extensible, que es un formato simple basado en texto que permite representar la información de las facturas de forma estructurada a través de redes informáticas.
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Estos archivos no son legibles por humanos, pero contienen la información necesaria para que el SAT los identifique, valide y timbre. En ocasiones, los contribuyentes optan por los servicios de proveedores de certificación para emisión, validación, timbrado y almacenamiento de CFDI.
Estos proveedores deben ser autorizados por el SAT para la generación de facturas ya que contienen información confidencial de los contribuyentes, tanto de los emisores como de los receptores del CFDI.
Requisitos del CFDI
De acuerdo con el Artículo 29 del Código Fiscal de la Federación (CFF), los requisitos para emitir un CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet) son:
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- Certificado de Sello digital (CSD) obtenido en el portal del SAT para firmar los documentos
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- RFC del emisor y receptor
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- Nombre o razón social del contribuyente a favor de quien se expide el CFDI
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- Régimen fiscal del emisor y del receptor
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- Lugar y fecha de expedición
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- Cantidad, unidad de medida y clase de los bienes, o bien, la descripción del servicio
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- Importe total en número y letra
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- Código postal del receptor
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- Uso del CFDI
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- Dirección del establecimiento en el que se expida el CFDI
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- Señalamiento de que la factura se paga en una sola exhibición o en parcialidades
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- Monto de impuestos trasladados, desglosados por tasa de impuestos y retenidos
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- Forma de pago (efectivo, transferencia interbancaria, tarjeta de crédito o débito, entre otros métodos)
Validación del CFDI
Para que el CFDI sea válido, hay unos puntos a tomar en cuenta:
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- Que el periodo entre la fecha de envío del documento y la recepción para su certificación no sea de más de 72 horas
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- Que no haya sido certificado previamente
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- Que el CSD esté vigente al momento de generar el CFDI
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- Que la información corresponda a los datos del emisor y receptor
Una vez que el CFDI haya cumplido con los requisitos anteriores, se certifica añadiendo un folio fiscal o UUID (Identificador Universalmente Único), fecha y hora de la certificación, sello digital y certificado del SAT y sello de timbre.
Ya que se tenga el CFDI validado y certificado, puede ser enviado al destinatario a través de correo electrónico, o bien, desde un sistema de facturación interno o plataforma del proveedor de certificación. Debes enviar tanto el archivo en formato CFDI como la representación en PDF.
¿Se puede cancelar el CFDI?
Sí. En la versión de CFDI 4.0 se realizó una modificación en la cancelación, ya que se enviará una solicitud al receptor, informándole la razón para cancelar la factura. El receptor debe aceptar la solicitud en un plazo de 3 días hábiles, y si no responde, se dará como cancelada. Posteriormente, el emisor debe asociar una nueva factura para reemplazar a la anterior.
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